El crecimiento de ciertas tecnologías trae ventajas para la población, como son el acceso a servicios, la creación de redes de comunicación o en el caso específico de energía: un menor costo en el recibo de luz. Sin embargo, al expandirse el uso de estas tecnologías, su regulación no es inmediata y se generan ciertos problemas, entre ellos la generación de accidentes.

Por ejemplo: en 2015 entró en vigor la Ley de Transición Energética (LTE), en la que se establecieron diversas metas de participación mínima de fuentes limpias. Esto quiere decir que en el país se tendrá que generar energía a través de fuentes limpias como son el sol, el agua o el viento. Las metas por alcanzar son 25% en 2018, 30% para 2021 y 35% para 2024, para que de forma gradual, se deje de depender de los combustibles fósiles y se garantice la oferta y demanda de electricidad, tanto en términos de inversión como en el desarrollo de energía limpia para más personas.

Una excelente manera de apoyar esta iniciativa es adquiriendo productos certificados.

¿Por qué es importante que mis equipos de energía solar sean certificados?

Verificar el origen de nuestros paneles nos garantiza que:

• Nuestra inversión no será en vano. Los equipos certificados nos aseguran que obtendremos los beneficios que se nos han prometido al invertir en nuestro sistema de energía solar.

• El patrimonio donde están siendo instalados estará protegido, ya que atenerse a estas regulaciones los hace más seguros y confiables.

• No tendremos que hacer una doble inversión en el reemplazo o reparación de nuestros equipos.

¿Cómo saber si mi sistema de energía solar está certificado?

Existen distintas certificaciones y organismos que validan este tipo de productos. En el caso de México, existe el reglamento de instalaciones eléctricas, el cual, bajo la NOM-001-SEDE-2012, se encarga de verificar el trabajo de las empresas que venden paneles solares. Además de éste, las normas NMX-J-618-ANCE, relativa a la seguridad de los módulos fotovoltaicos en su construcción, y la NMX-J-656-ANCE, enfocada a los inversores de corriente son regulaciones complementarias en este sentido.

Otras normativas que se aplican tienen que ver con organismos internacionales que intervienen en la construcción de algunos inmuebles, sobre todo en edificaciones donde alguna empresa trasnacional se instalará. Por nombrar a algunos, podemos encontrar a:

1. La Asociación Nacional de Protección contra el Fuego (NFPA, por sus siglas en inglés).
2. El sello del Leadership in Energy and Environmental Design (LEED), el cual es otorgado a los inmuebles que comprueben tener productos de alta calidad y que son sustentables.

Así mismo, en el caso de los paneles solares podemos encontrar la categorización Tier 1, la cual se actualiza año con año. Esto debido a que se hace una revisión exhaustiva a las empresas que se dedican a la fabricación de paneles solares.

El cliente como regulador de la industria

Actualmente, el porcentaje de energías limpias en la matriz eléctrica es de 21%, de los cuales:

• El 65% corresponde a energía hidráulica.
• El 22% a energía nuclear.
• El 10% a energía geotérmica.
• Sólo el 3% a energía eólica y solar.

Todo esto según datos de la Secretaría de Energía.

Por esto se ve mayor potencial en el crecimiento en la energía proveniente del sol y del aire.

El vocero de la Asociación Nacional de Energía Solar (ANES), Carlos Flores, dijo en octubre de este año, que uno de los problemas que han tenido en el país, ha sido el incremento de competidores desleales, lo que ha devenido en un problema mayor: la desacreditación del sector ante la población general. Por ello, exhortan a que los clientes verifiquen que los productos que están adquiriendo estén certificados.

Como puedes ver, la exigencia del cliente es la que logrará que la industria de energías limpias continúe su expansión y mejore su calidad. Si estás pensando en pedir una cotización, pregunta siempre la calidad y certificación de los equipos que las empresas de energía solar te ofrecen.